21 enero 2015

Tecnología Controversial

Cuidar, supervisar o controlar las actividades y la ubicación de tus hijos es una tarea que debes considerar conversar en familia. ¿Rastrearías a tus hijos con un GPS?.

Actualmente existen GPS para adultos, incluso para mascotas, así que tiene sentido que las empresas diseñen modelos para los niños. Una de estas tecnologías es un GPS, que en forma de un brazalete como pulsera para la mano o el tobillo, promete que los padres sepan dónde están sus hijos, siempre que lo deseen.

Estamos en el 2015, y con la tecnología de los teléfonos inteligente  es posible rastrear a tus hijos todo el tiempo. Existen muchas aplicaciones y servicios de seguimiento para que los padres puedan supervisar la actividad de los adolescentes, uno de estos servicios permite que los padres puedan controlar la ubicación de sus hijos, la actividad en las redes sociales, leer los mensajes de texto y tener control en el registro de llamadas.

Muchos psicólogos afirman que el monitoreo constante pueden dañar las relaciones de padres y adolescentes, ellos advierten que hay pros y contras, y los padres deben pensarlo antes de hacerlo. Parte de la madurez significa cometer errores y aprender de ellos. Los expertos aseguran que si el chico siente que el padre siempre está observando y controlando todo, puede desarrollar una falta de confianza en sí mismo y aumentar la ansiedad.

Por otra parte, monitorear los teléfonos inteligentes y la actividad en línea de tu hijos, posiblemente, puede prevenir el acoso escolar, prevenirlos contra depredadores y hasta evitar la muerte. La tecnología portátil se ha incrementado en los últimos años, con la tecnología de control para la salud, también los ordenadores portátiles tales como los Google Glass.

Omar, padre de un niño de 11 años afirma que quizás lo usaría para sitios públicos, como un parque temático, una feria o centro comercial, como medida de seguridad, pero que igual se sentiría con mucha paranoia. De igual forma dice estar de acuerdo con la opinión de los psicólogos y no rastrearía a su hijo en edad adolescente.

A pesar de que la mayoría de las estadísticas muestran que las tasas de delitos violentos contra los niños han disminuido significativamente en las últimas décadas, es difícil para algunos padres superar el miedo de dejar que sus hijos deambulen por el mundo, más aún en nuestros países, y un rastreador de GPS puede ayudar a muchos con esa ansiedad. En caso de un secuestro, estos dispositivos poseen un botón de pánico que los niños pueden presionar para enviar una advertencia. Si se quita el brazalete se envía una alerta a  los teléfonos o tabletas de los padres.

Quizás nunca se “necesite” de este botón de emergencia, pero incluso hasta el menos paranoico entre nosotros puede evocar un escenario en el que nos gustaría que los niños tuvieran ese botón para presionar...

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