21 enero 2011

Tiger Mothers

Si el prototipo de ser madres (al estilo occidental) nos caracteriza por ser dulces, vigilantes, benevolentes y protectoras con nuestros hijo, las madres chinas son exactamente lo contrario.

El Wall Street Journal  la semana pasada publicó un polémico artículo que se convirtió en  la nota más leída de su edición on-line y hasta superó récords de comentarios en la web, con más de 42.000 posts de madres y mujeres disgustadas con lo que exponía la autora Amy Chua, profesora de Derecho de  la Universidad de Yale, la cual cree que los padres occidentales nos preocupamos mucho por la autoestima de nuestros hijos y no tenemos un régimen lo suficientemente disciplinario cuando se trata de educarlos.

Chua se fijó el objetivo de enseñar a sus hijas según el método educativo chino que se basa en una disciplina inflexible e intolerante elevada a la enésima potencia y con ello ha logrado convertir a sus hijas en pequeños genios de las matemáticas y la música.

¿Será cierto que las madres chinas son superiores a nosotras las occidentales?
¿Son ellas mejores?
¿Está bien orientada este tipo de educación?
¿Estaré haciendo lo correcto con mi hijo?
¿Seré muy permisiva? es decir,  ¿soy la más equivocada?


Para Amy Chua una "educación perfecta" se basa en:

  • No invitar a amigos a la casa, ni tampoco ir a sus casas a jugar
  • No dormir nunca fuera de casa
  • No ver jamás la televisión ni jugar con videojuegos
  • No permitir a los hijos elegir las actividades extra-escolares que quieran practicar
  • No permitir que consigan una nota más baja del sobresaliente
  • No dejarles participar en juegos colectivos durante horas con otros niños
  • No permitirles participar en una obra de teatro del colegio
  • No tolerar sus protestas por no estar en una obra de teatro del colegio
  • No dejarles tocar otro instrumento que no sean el violín o el piano
  • Incitarles a ser el número uno en todas las asignaturas, excepto en teatro y gimnasia
En una de las anécdotas que la auotora relata, en su historia afirma que enseñó a su hija Louisa a tocar el piano cuando ella tenía 7 años con una pieza llamada "El pequeño burro blanco", de Jacques Ibert, una canción muy complicada para una niña y obviamente, no era capaz de tocarla, ni siquiera tras practicar durante una semana muchas horas al día.
Y es en este momento cuando la "madre tigre" sacó sus garras y le escondió su casa de muñecas, la amenazó con no darle de comer , además de no hacerle ningún regalo para Navidad y le prohibió celebrar su fiesta de cumpleaños durante dos, tres y cuatro años consecutivos. Ese sería el castigo si no aprendía la pieza. Y eso no fue todo hasta la propia madre cuenta que la ofendió, llamándole holgazana, cobarde, patética y debilucha.

Lamentablemente esta cruda realidad existe y las hijas de esta autora oriental son una fiel muestra, en la que muchos niños care­cen de liber­tad a la hora de esco­ger lo que quie­ren hacer, per­ju­dicándoles el desa­rro­llo de otras habi­li­da­des, privándoles de felicidad,  de libertad, del simple hecho de ser niños.

Quise ser imparcial al escribir pero como mamá, como ser humano y como OCCIDENTAL  NO admito, ni estoy de acuerdo con este tipo de educación abusiva. Si, para mi es ABUSO EMOCIONAL.

¿Aislar a los niños del mundo para hacerlos exitosos? ¿En realidad en eso se basa el éxito?

Eres exitoso cuando eres feliz.  Los niños necesitan el amor de sus padres y  de la aceptación para el desarrollo su autoestima, elemento básico en la formación personal de nuestros hijos.

Aquí les dejo dos links sobre el tema y me gustaría saber sus opiniones.



6 comentarios:

Anónimo dijo...

Nunca he sido muy amante de las comparaciones ORIENTE-OCCIDENTE.

Es muy dificil para cualquiera entender la cultura, pensamientos, sentiemientos y dificultades de lado y lado.

Juzgar una actitud de vida como la que describe el articulo sin estar en los zaptados de esa madre o padre que esta levantando un hijo, el cual dentro de 10-15 años tendra que competir con miles de millones de otros seres humanos por sobrevivir en una jungla de personas con cada vez menos recursos y libertades su alcance, es sumamente complejo y a veces hasta injusto.

Ojo, como occidental no la comparto, pero hay veces que me imagino si yo viviera en China, en donde tengo que preparar a mi hijo para sobrevivir y luchar en una sociedad de miles de millones, con mucha necesidad, poca comida y miles de limitaciones, si no estuviera actuando igual, tratando de "modelar" al mejor y mas preparado bebe posibl,e tratando de darle el mayor chance de supervivencia en el futuro.

Uno siempre quiere lo mejor para sus hijos, no? Que estamos dispuestos a sacrificar para lograr que sean lo mejores y que eso se traduzca en felicidad futura? Pues no todas las civilizaciones y culturas tienen la misma respuesta.

mafe dijo...

Nunca obligare a mi hija a que haga nada, la ayudare, la apoyare, la encaminare y lo unico que quiero es que sea FELIZ...
Saludos,
Mafe

Simón dijo...

El error fundamental de Amy Chua es haber forzado a sus hijas a crecer bajo valores orientales en una sociedad occidental, alienándolas así de las experiencias y valores del colectivo en el que vivieron. La crueldad con que lo hizo probablemente dejará cicatrices emocionales de por vida en las dos niñas. No solamente las hizo crecer siendo las 'raras' sus grupos sino que ademas añadió una gran dosis de abuso emocional en el proceso.

Al vanagloriarse de lo que estoy seguro para la mayoría de los lectores occidentales consideraríamos métodos formativos innecesariamente rígidos, enriqueciendose en el proceso, Amy Chua está diciéndonos a gritos que es una persona con problemas emocionales importantes y profundos, de los cuales sus dos hijas son las únicas víctimas. Es la única explicación que en cuanto para lo que a mis ojos es una triste historia.

Anónimo dijo...

Guao que locura ... que valores tan desnaturalizados y anticosmicos!! inarmonicos!!!
Kali Martinez Davila

Karerina dijo...

Alguien dijo "...los hijos no son nuestros, son hijos de la vida...".
Lamentablemente algunos sufren conplejos profundos que les impiden ser felices y desarrollar su personalidad de forma libre.

Unknown dijo...

Definitivamente que su metodo es extremo pero no del todo descabellado. Si mi hija da una perreta porque se quiere poner patines para montar bicicleta la dejo? NO. Porque? Porque yo soy quien sabe mejor que ella que es bueno y malo. Si tomamos de Chua su disciplina y tenacidad y cambiamos el abuso emocional por nuestra ternura creo que podriamos encontrar un buen balance. Cada vez mas los padres "Occidentales" nos hemos convertido en titeres de nuestros hijos y peor aun, hemos cambiado el ser "padres" para convertirnos en sus "mejores amigos". Esto ha hecho que muchos niños falten el respeto y humillen a sus padres. Lo peor de todo? Que despues terminan sin logros. Los siento pero no comparto el apuntar a Chua y vilificarla como un monstruo. De nuevo, NO COMPARTO la humillacion a los hijos de la manera que ella lo hizo pero he experimentado ver a mi hija llorar y llorar porque le tomaba esfuerzo aprender a amarrarse los cordones y de repente pasar a ser la niña mas feliz del mundo al lograrlo gracias a que yo no me detuve ante unas cuantas lagrimas. Sus hijas son quienes pueden dar testimonio de si son felices o no yo para poder ser imparcial tal vez deberias compartir tambien las respuestas de sus hijas ante el ataque a su madre. Si algo las debe estar afectando emocionalmente, es eso; los dardos que su madre esta recibiendo por haber hecho "lo mejor" dentro de su cultura.