Después de 11 años estoy en la dulce espera de mi segundo hijo, y aunque según las estadísticas estoy en el momento en que la tasa de infertilidad hace que las posibilidades de lograr un nuevo embarazo disminuyan notablemente y se sitúen en un 8 por ciento porque tengo 37 años de edad, ya estoy en la recta final del tercer trimestre de gestación.
Kegel, mi mejor amigo en este mes de gestación. Los ejercicios Kegel durante el embarazo están recomendados para evitar y reducir ciertas molestias, incluso para facilitar el parto y mejorar el posparto. El doctor Arnold Kegel ideó unos ejercicios para fortalecer los músculos de la pelvis de forma repetida con el objetivo de incrementar la fuerza y resistencia.
A pesar de mi edad biológica, me siento en mejor estado físico que cuando tuve a Fabio. He estado súper más activa, camino todos los días, dos veces por una hora, mi habito alimenticio mejoró notablemente, y aunque ya soy mamá, me siento primeriza, sin embargo los temores y dudas vividos con mi primer hijo ya han quedado atrás.
Si bien en mis dos embarazos tuve las típicas sensaciones de náuseas, con éste las diferencias han sido notables. Ya en el inicio del cuarto mes la pancita empezó a notarse, sentí los movimientos del bebé más temprano, me salieron manchas en el rostro (melasma) y las molestias en el octavo mes se han intensificado mucho más!
Debido al peso del bebé que está ejerciendo sobre la vejiga estoy experimentando esta molesta dolencia en la parte baja de la pelvis, mi doctora me recomendó que practicara diariamente los ejercicios de Kegel y así poder fortalecer los músculos de la zona pélvica.
¿Cómo realizar los ejercicios?
Se pueden hacer en cualquier momento, sentada o acostada. Es como fingir que tienes ganas de orinar y te contienes, hay que relajar y apretar los músculos que controlan el flujo de orina.
- Asegurarse que la vejiga esté vacía, luego siéntate o acuéstate.
- Aprieta los músculos del piso pélvico. Manténlos apretados y cuenta de 6 a 8.
- Relaja los músculos y cuente hasta 10.
- Repita 10 veces, 3 veces al día (mañana, tarde y noche).
Hay que respirar profundamente y relajar el cuerpo cuando estés haciendo estos ejercicios. Tener cuidado que no estés apretando el estómago, los muslos, las nalgas. Es importante no aumentar la cantidad ya que el exceso puede llevar a distenderse al orinar o defecar.
Estos ejercicios ayudan a:
- Prevenir o evitar la incontinencia urinaria
- Reducir la posibilidad de padecer hemorroides
- Prevenir el riesgo de prolapso (salida de sitio de la vejiga, útero) después de tener al bebé.
- Reducir el riesgo de desgarros.
- Volver más rápido a las actividades normales
- Incrementar el placer sexual
Las recomendaciones médicas e incluso los servicios de maternidad han evolucionado, y si ya ha pasado mucho tiempo desde que nació tu primer bebe, es importante estar al día e informada.
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