19 julio 2019

Fortnite


Fabio ha tenido consolas de vídeo-juegos desde que tenía 6/7 años de edad. Pasamos por todas las sagas de Mario Bros y Zelda, hasta que a los 12 años decidió vender todo para comprarse un Play4.

Recuerdo que desde pequeño le implementamos un horario de juego y lo respetaba y entendía muy bien, en la pared de su cuarto le colgamos un schedule que decía  los días que podía jugar y la cantidad de tiempo.

Sin embargo, hace un par de meses, descubrimos que los fines de semana se quedaba hasta la madrugada jugando, incluso no quería salir con nosotros, y sólo compartía con sus amigos en las partidas on-line.

Ya Fabio tiene 15 años, está en plena  adolescencia, y quizás podemos comprender su humores, pero nuestros valores y de la manera que fuimos criados, sabíamos que no era el camino correcto.
Siempre hemos tenido una comunicación cercana con él, y preocupados conversamos muy seriamente. Como padres debemos estar conscientes del uso indebido de los vídeos-juegos, supervisarlos, y estar presentes en sus vidas. Así que cambiamos tiempo de calidad en familia, de salir a la calle y jugar con los amigos, por tiempo de Fortnite.

Volvimos al horario.
Los fines de semana coordina actividades deportivas con los amigos, incluso con los que juega online.
Comparte con nosotros más seguido. Tratamos de hacer siempre algo en la que todos podamos disfrutar (cine, museos, salir a comer).
Tiene una rutina en el gimnasio.
Hasta papá (que es cero vídeo-juegos) comparte con Fabio en el play jugando Basketball.

No puedo negar que fueron momentos tensos y de discordia, pero  definitivamente debemos tener un  monitoreo  constante, e involucrarnos en las actividades de nuestros hijos. Ellos necesitan límites firmes, consistentes y amorosos.

 El Lic. Amado Álvarez, experto en educación, comparte su opinión y nos aconseja lo siguiente:

“Uno de los grandes retos para la familia en la era tecnológica son los vídeo-juegos. Son muchos los factores a tener en cuenta en el momento de facilitar a nuestros hijos el acceso a los juegos de vídeo, tales como:
-Edad
-Nivel de desarrollo del lenguaje.
-Habilidades sociales.
-Capacidad de realizar diferentes actividades en un período de tiempo transitando de una a otra adecuadamente.
-Habilidad de distribuir la atención.
-Control de impulsos y manejamiento apropiado de las frustraciones.
-Capacidad de comprender, aceptar y respetar un horario de juego.
-Area del hogar dónde se ubicará el equipo de juego.
-Selección de temas y juegos apropiados a la edad.
-Comunicación activa sobre el tema y los retos del juego con el niño.
-Supervisión educativa del niño durante su tiempo de juego.
-Participar con ellos para compartir momentos familiares positivos.
-Sugerir y propiciar otros tipos de juegos, así como estimular la realización de actividades fuera de casa.
Estas son solo algunas sugerencias para la familia antes de comprar a su hijo equipos y vídeo-juegos que son parte de su generación, pero sobre lo cual debemos estar muy involucrados para evitar consecuencias trágicas que transformen una actividad de juego en un problema de salud mental.”



Fotografía: by Pixabay




No hay comentarios: